Planear una dieta equilibrada que cumpla con las necesidades en materia de calorías y promueva la salud del niño es una parte clave en el manejo de FQ. Los padres de niños con FQ deben aprender cómo planear una dieta equilibrada, que hará que las comidas sean tanto placenteras como saludables para el niño y toda la familia.

Los alimentos contienen nutrimentos (proteínas, carbohidratos o azúcares, grasas, vitaminas, minerales y agua) que son necesarios para el crecimiento, recuperar la salud y para el funcionamiento normal del cuerpo. Para mantener nuestra salud, necesitamos una cantidad adecuada de estos nutrimentos en forma regular. Nuestro cuerpo recibe estos nutrimentos cuando los alimentos que comemos son digeridos o descompuestos en sus componentes básicos, que después entran a la circulación sanguínea. De ahí son transportados a cada célula del cuerpo para ser usados como energía y en el crecimiento. Veamos primero cómo se digieren normalmente los alimentos.

Más adelante, cuando la enfermedad avanza, las personas con FQ pueden requerir “calorías” adicionales, para darles la energía necesaria y superar las complicaciones de su enfermedad. Mientras más calorías tienen los alimentos, mayor es la cantidad de energía que contienen para que el cuerpo la aproveche.

El cuerpo utiliza las calorías en forma de energía para mantener las funciones normales como la respiración, la circulación de la sangre, la digestión, el crecimiento y la actividad física. Cuando los niños no pueden absorber los alimentos suficientes para cubrir sus necesidades de energía, es posible que muestren poco interés en hacer las cosas, el crecimiento puede retrasarse y haber pérdida de peso.

El ingerir suficientes calorías y proteínas es un reto cotidiano para muchos niños con FQ. La mayoría de las personas con FQ necesitan una cantidad de calorías cuando menos de 30 a 50% mayor, que la requerida por otras personas de la misma edad y talla. La enfermedad pulmonar hace que una persona con FQ utilice calorías adicionales de varias maneras:

• Las infecciones aumentan las necesidades calóricas. El cuerpo requiere calorías adicionales para combatir las infecciones. Si además de la infección hay fiebre, la cantidad de calorías extra que el cuerpo necesita es 13% mayor por cada grado de fiebre.
• La respiración agitada o difícil puede presentarse durante una infección o ser resultado del daño a los pulmones. Por ello se requiere energía adicional para mover el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. La energía adicional requerida debe ser proporcionada ingiriendo un mayor número de calorías.
• La terapia física del tórax, que con frecuencia forma parte de los cuidados para las personas con FQ, requiere de trabajo y calorías adicionales. La tos para eliminar el moco también consume calorías.

La buena nutrición ayuda al niño con FQ en varias formas:

• Ayuda al cuerpo a combatir la infección
• Mantiene la fuerza y la resistencia de los músculos necesarios para respirar
• Acelera el crecimiento y desarrollo
• Acelera el aumento de peso
• Mejora la auto – imagen
• Aumenta la resistencia para realizar actividades físicas

Para ayudar al paciente a seleccionar una dieta equilibrada, los nutriólogos han dividido los alimentos en cuatro grupos, de acuerdo con los nutrientes que contienen, seleccionar una variedad de alimentos de cada uno de los diferentes grupos ayuda a mantener una dieta equilibrada.

Los cuatro grupos de alimentos son:

1. Lácteos
2. Pan y Cereales
3. Carne
4. Frutas y Verduras

Los cuatro grupos básicos de alimentos son la columna vertebral de una dieta equilibrada. Los alimentos derivados de la leche y la carne contienen las proteínas necesarias para formar y mantener los tejidos.

• Poner margarina o mantequilla a los panes, cereales, arroz, fideos, papas, verduras. Ponga mayonesa y/o margarina a los sándwiches.
• Agregue crema agria a las carnes, papas, verduras, guisados y frutas.
• Use salsas de crema o salsa a base de jugo de carne con las verduras, los guisados y la carne.
• Añada aderezo adicional a las ensaladas.
• Sirva fruta seca con las comidas y en los refrigerios. (Las pasas son un buen refrigerio alto en calorías).
• Use granola y/o germen de trigo en las galletas, panecillos y panes.
• También espolvoréelos en el yogurt, helado, budín, flan y frutas.
• Agregue crema batida al chocolate caliente, a la gelatina, frutas, budín, pan y otros postres.
• Añada jarabe o conservas al helado.
• Ponga una cantidad adicional de mermelada, jalea o miel al pan tostado, panes, panecillos, bisquets y galletas.
• Puede agregarse leche en polvo a la leche entera, cereal, huevos revueltos, harina preparada para hot cakes, puré de papa, sopas, salsa a base de jugo de carne, budines, guisados y carne molida (pastelitos de carne, albóndigas y carne picada y sazonada). Use una taza de leche en polvo por cada medio kilo de carne molida.
• Prepare las sopas, cereales, chocolate caliente y budines con media crema o crema.
• Agregue carne en trozos, picada o molida a las sopas, salsas de crema, guisados y ensaladas.
• Añada queso a los huevos revueltos, salsas, verduras, sopas, guisados y ensaladas. Agregue huevo en polvo a las leches malteadas. (Precaución: los huevos no deben comerse crudos por la posibilidad de intoxicación.)
• Unte mantequilla de cacahuate o queso a las galletas, pan, panecillos, rosca de pan, fruta y/o verduras.
• Prepare las leches malteadas usando helado, crema, leche en polvo y/o polvo para desayunos instantáneos.
• Use barras de desayuno (cereal tostado en barras o granola) como refrigerios.
• Agregue nueces picadas o molidas a los helados, yogurt, budín, panes y postres.
• Dé como refrigerio semillas de girasol, o agréguelas a las ensaladas. Son una buena fuente de Ácidos Grasos Esenciales, necesarios para las personas con FQ.